El polvo ajado de las hojas,
la tinta rota,
aquel amor prohibido,
todo cambió su posición entre las dunas,
amigos, se acabó el carmín,
me calzo tus mentiras de charol de andar por casa,
siempre perfecta y como si nada.
A ver ahora cómo y por dónde andamos.
Soñar es la primera parte de la decepción.
Si te preguntan diles
que me enseñaste el frío.
domingo, 7 de junio de 2009
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1 comentario:
Me gusta especialmente como escribes, enhorabuena.
Un besos de delicia y perfume
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