Se tumba en
mitad de mayo,
su sexo verde entre nosotros,
digamos, esporádico.
Rayando la epidermis
de las estatuas,
el yeso de la piel desperezándose,
se busca el límite
y todo tiene el mismo
grosor
que este silencio de teléfonos.
El escenario finge
felicidad,
andar eléctrico mientras la lluvia asoma
su pecho a los balcones de la luz.
Todo vuelve.
miércoles, 13 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario