sábado, 30 de mayo de 2009

Como un niño nervioso,
empapa los colores de tus sábanas de paño.

El ebrio tiempo
que deja un duro olor a orín en las paredes.
Será l apérfida esperanza quien
orina en mi colchón, costillas
de alambre de mi sueño.

La pira de los tristes: el rincón
donde se mece el sexo de las catedrales del imsomnio.

Uno nunca termina de alcanzarse
ni de estar donde debiera.

jueves, 28 de mayo de 2009

Descansa inalcanzable al otro lado
de la mesilla, turbadora, recogiendo el ruido
de los lagartos.

Mis peces de papel no flotan en el aire.

Del otro extremo un rostro como el mío,
alguien que nunca dio la
nota de corte que se puso.
Sentirse solo es más sencillo que sincero,
mi estigma
no huele como la citrina del fracaso.

Alguien estuvo persiguiendo cada noche
ese estandarte extraño
de un automóvil polvoriento en medio de la ruta,
aparamentos con paredes de cerveza,
historias que tambien se escapan
al interés común.

Mis peces de charol rojizo
no saben
hundirse en las mareas de otras pieles.

Y la primera noche de verano yace
al otro lado
de la mesilla, dentro
del vaso que dejaste medio lleno -algunas noches
medio vacío.

lunes, 25 de mayo de 2009

La culpa apareció sobre el colchón quemado,
la pila rebosante de cacharros sucios de la cena.

Tapar la herida abriendo
la nueva cicatriz de espuma.

Mientras la gente
fluía frente a los escaparates, alguien
iba inventando nuestra historia.

Te amo como he leído en ediciones escolares
a los amantes de otro siglo,
no tan perfecta, pero sí tan putamente visceral
-para el dorado bucle valga el sol
que amo desde el fondo de tu ombligo,
acariciando
la blanca nuca que descubre
mediamelena lacia, oscura.

No es sano -dicen-
estrangular mi pena con tu atisbo de sonrisa.

Ya no recuerdo que empecé diciendo
algo sobre tu culpa.

miércoles, 20 de mayo de 2009

el aire se encasquilla en los cabellos,
falla el disparo
pero decide de momento
que no es hora de salir.

es la emoción de lluvia cuando cae
y se divide por la acera,
como si fuera triste o no.

como eres joven hablas del suicidio
mas no te apostarás la vida
a que alguna vez
escribo
esto en con la tenura
de un tiempo pretérito,
las cosas que nos apenan y no pasan.

apunto hacia mi piel, en modo permeable.
es un consuelo que la lluvia solo moje fuera.
prefiero un chaparrón a tu tristeza.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Se tumba en
mitad de mayo,
su sexo verde entre nosotros,
digamos, esporádico.

Rayando la epidermis
de las estatuas,
el yeso de la piel desperezándose,
se busca el límite
y todo tiene el mismo
grosor
que este silencio de teléfonos.

El escenario finge
felicidad,
andar eléctrico mientras la lluvia asoma
su pecho a los balcones de la luz.

Todo vuelve.

martes, 12 de mayo de 2009

Llegaste lento,
cuando la cerradura era el mudo
sonar de prótesis,
la prótesis que ocupa ese lugar del miedo.

Llegaste
para decir que tardarías,
que todo lo que cae en el vacío cede,
acaba por torcerse.
Que estaba solo en esto
y que limpiase el hierro de la jaula.

Te echaste con la ropa sucia puesta
para reivindicar mi condición turística
en cuerpos sin paisaje,
paisajes sin banderas.

Llegaste por traición
para decir que no te escribiría nunca, a ti,
un poema

digno.

Adios al tiempo
de la virtud.

martes, 5 de mayo de 2009

El llanto del invierno
sobre la yerma cicatriz que la ciudad supone
al horizonte.
......................Un hombre
busca su intimidad de fiera herida,
el sol pronuncia su figura
de muro a muro,

en las paredes salamandras amarillas
escupen un verano de postín.

Un hombre
precioso, un hombre solo, espumas
que claman a la noche de los taxis
y del vapor etílico, un hombre hecho de luz obscena
que no sabe encenderse.

La voz le va del humo a la ceniza,
decide de un amor morirse como hiciera Garcilaso
o Bécquer
y duda:

¿será ella alta porque
un ángel los veía altos con el apellido
González? ¿Quién le invitó al traje gris?
¿O dónde ha oído
que la ciudad me mira con tus ojos?
Aquí se siente el peso de los años.

Mejor sería correr por los conventos.